El deseo que deseando se queda se cansa de desear
y al cabo muere apesumbrado.
Ardido el rostro del deseador frustrado
por el cuerpo moroso que aun no a llegado.
Recorre los caminos del desvelo. Ayer por hoy,
hoy por mañana, en época de carnaval y feriados.
No hay descanso para aquel que desea
lo que no tendrá ni le sera dado.
Solo la corporal y beata tristeza
que da el sinsabor de no haber pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario