En el principio: el fulgor de tus negros ojos.
escarabajos de ébano
brillando tornasolados
bajo el infinito sol.
Luego: el rumor de tu vegetal voz
como si los bosques ecuatoriales
o las obscenas madreselvas
treparan por tu lujuriosa laringe.
Después: tu piel
laberinto de arena o mar de incesante olas.
En el final todo se confunde.
Eres Ser hecho de mitologías,
miedos,
esperanzas,
sospechas,
Sumisión vegetal
rebeldía animal,
dureza mineral
Todo en ti, dentro de ti:
nada ocupa el lugar de entonces.
Nada puede regresarte
del lugar de entelequia
que hoy ocupas.
Eres una triste invención
Un mosaico obsceno
de metáforas gastadas.
Me gustó mucho tu colección de textos Pablo.
ResponderEliminarTe felicito. Y volveré a seguir leyendo.
Un beso grande.